Los pecados del pasado son los problemas del futuro: la sobreoferta de peluqueros preparados amortigua el crecimiento del sector
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Desde hace ya años, la peluquería es una de las elecciones profesionales más populares entre los jóvenes de toda Europa que optan por el abandono escolar. Hasta aquí ningún problema: una situación respetable y aceptable.
Sin embargo, los problemas del sector están marcados por la economía sumergida, la creciente aparición de microempresas que canibalizan los precios, y por lo tanto condiciones laborales precarias en base a una feroz y absurda competencia en precios (véase artículo: El negocio de la peluquería: ¿guerra de precios o calidad?).
Sigamos con el ejemplo del mercado alemán: en los últimos 10 años se han formado unos 750.000 peluqueros (según estimaciones en base a un estudio oficial del ministerio de educación alemán). Esto significa, teóricamente, que existe un buen potencial de trabajadores disponibles para las empresas.
En los 41.600 salones de peluquería alemanes que facturan más de 17.500 € al año y que emplean a personal, tienen cabida unos 180.000 profesionales de la peluquería empleados. Si sumamos a ellos los peluqueros emprendedores, llegamos a un total de 222.000 profesionales que trabajan en este mercado. El número de las mencionadas microempresas o salones unipersonales se estima en 20.000. Queda, por lo tanto, un remanente de aprox. 500.000 profesionales de la peluquería que no trabajan ni por cuenta propia ni por cuenta ajena en su especialidad.
Pongamos que, por ejemplo, estos peluqueros y peluqueras estén prestando sus servicios de corte y coloración a personas que no acuden a los salones. Contando con sólo un servicio de este tipo al mes por cabeza, valorado en 39,47 € por servicio (según estudio EVA de 2011), obtenemos un mercado potencial de 236,8 millones de Euros.
Un mercado que valdría la pena servir, ¿no?
Además, ¿de qué manera se está abasteciendo este mercado con productos? Para ello, nadie se presta mejor que los comercios online y las abundantes tiendas de marcas para peluqueros. Si aplicamos un 10% de gasto típico en productos sobre el valor total de los servicios que hemos calculado arriba, la cifra resultante es de 23,7 millones de Euros – ¡otro mercado realmente interesante!
Una de las preguntas clave de este razonamiento es: ¿cómo es que tantos peluqueros no trabajan en su oficio? Teniendo en cuenta la crónica de prensa y medios en los últimos años, podemos desengranar los siguientes argumentos:
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- salarios por debajo de su valor
- horarios y condiciones laborales precarias
- mala imagen
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… por poner sólo algunos de ellos.
¿Hacia qué dirección tenemos que ir entonces? ¿Cómo podemos hacer que la profesión del peluquero tenga un futuro empresarialmente viable? El siguiente enfoque es el más lógico:
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- menos formación en cantidad y en su lugar más calidad
- mejores salarios adaptados a su valor real
- mejores condiciones laborales y horarios más modernos
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Con todo esto, mi respuesta a la pregunta si necesitamos aún más peluqueros, es:
“¿Porqué no? Es importante invertir en nuevas generaciones, pero no al margen del mercado, sino de manera integrada. Hay potencial y crecimiento, pero el mercado necesita más valor, es decir: calidad en el sentido más amplio, una competencia sana y una selección razonable como filosofía de éxito.”
Conozco a algunos compañeros y compañeras peluqueros profesionales que ya han optado por este camino: cuentan con empleados que perduran en el negocio durante décadas y que construyen relaciones buenas y rentables tanto con los clientes como con sus empleadores. Este es, desde un punto de vista macroeconómico y con toda seguridad, el mejor camino hacia un futuro mejor.
